Elegía poética
Motteville, Françoise Bertaut, dame de, Mémoires de Mme de Motteville sur Anne d’Autriche et sa cour, ed. M. F. Riaux, París, G. Charpentier, s. d., t. I, p. 224-231 (Gaspard de Coligny e Isabelle-Angélique de Montmorency-Bouteville).
Cuénin-Lieber, Mariette, “Anne duchesse de Wirtemberg nee de Coligny”: lettres, testaments, confession de foi”, Bulletin et mémoires de la Société d’émulation de Montbéliard, nº 133, 2010 (publicado en 2011), pp. 95-128.
Grudler, Christophe, “Un seigneur de la guerre français dans la porte de Bourgogne et d’Alsace: Gaspard de Champagne, comte de la Suze (1636-1654)”, 1648, Belfort dans une Europe remodelée, Actes du colloque de Belfort (9-11 octobre 1998), Belfort, 2000, pp. 127-132.
Grudler, Christophe, “La Suze, Louis de Champagne (conde de)” y “La Suze, Gaspard de Champagne (conde de)”, Dictionnaire biographique du Territoire de Belfort, Belfort, Société belfortaine d’émulation, 2001, t. II, p. 393-394.
Moureau, François, artículo “Contrefaçon”, Dictionnaire encyclopédique du livre, ed. Pascal Fouché, Daniel Péchoin, Philippe Schuwer, París, Éditions du Cercle de la Librairie, 2002-2011, t. I (2002), p. 633-635.
Elegía de ronsard
10La seda roja demasiado gastada, se busca la novedad, La gasa bordada de un mainate es clara como las heces, No la desprecies por su mala calidad, Las puntadas sueltas hacen las sedas más encantadoras.
1 Puede leer la traducción que hizo André Lévy bajo el título “Folie de jeunesse. Biographie de Yingying” en la colección Histoires d’amour et de mort de la Chine ancienne. Obras maestras de la Nueva (Dinastía Tang. 618-907). París: Flammarion, coll. “GF”, n° 985, (1992) 1997, p. 101-121Top of page
Las elegías de Louise Labé
La sátira dibuja una moraleja, en hueco: las faltas y vicios concentrados en los cortesanos (hipocresía, simonía, orgullo, avaricia, lujuria, los siete pecados capitales más algunos otros) forman un alegato a favor de una moral, basada en la amistad y la virtud: cf. soneto 79.
Es un patrón de preguntas (retóricas, pero angustiadas) / respuestas (observación amarga). El vínculo entre los cuartetos y los tercetos se establece mediante la rima Luna / Fortuna (hemistiquio del verso 9), que subraya una relación de semejanza: Fortuna es “lunática”…
“Tú que escuchas, a las rimas que he difundido, al sonido de aquellos suspiros con los que alimenté mi corazón, en el primer desconcierto de mi juventud, cuando era en parte otro hombre del que soy…
Al igual que Petrarca, parece arrepentirse de haber creído en la poesía. Pero el tema es común: la poesía no alimenta a su hombre. “consumir, sin, ingrato, vano, pasatiempo, error” = léxico de pérdida y error, que descalifica la poesía, en contradicción con “perdono”, y reforzado por la aliteración en [r].
Elegías características
En su primer libro de elegías, dedicado a Cinthia , encontramos la influencia de los poetas latinos, sobre todo de Virgilio, y luego de Propercio; en el esquema de esta obra la presencia del tema del remedium amoris y de la medicina amoris aparece en contadas ocasiones, especialmente en el comienzo de la elegía 21 a Cinthia,
El autor de la elegía a un amigo le dijo que su poema debía “mostrar, en una serie de cuadros, la vida de un hombre de genio, resistiendo todas las tentaciones, dejando de lado todos los temores, sin prestar atención a todas las advertencias, y siguiendo adelante para cumplir su propósito”.
En la convención de la Sociedad Internacional de Bajistas celebrada en Oklahoma City en junio de 2007, la revista inglesa Double Bassist declaró que “su actuación fue hipnotizante: su característico estilo belcantista aportó una calidad de otro mundo a la Elegía en re de Bottesini… impecable”.
Frente a Flamboyant, las tres obras de She’s Electric -formas ondulantes de cerámica cubiertas de brillante pintura de coche y rematadas con cuernos de teflón- parecen avanzar sobre alfombras de fieltro rayadas de verde eléctrico, como saxofones relucientes o caracoles trucados por un personalizador de coches que ofrecen tanto una apología a la velocidad como una elegía a la lentitud. bugadacargnel.com